Hoy en nuestro blog hemos querido subrayar la importancia de una movilidad urbana sostenible para luchar contra el cambio climático. Por eso os traemos algunos ejemplos ya implementados para mejorar la sostenibilidad del transporte en las ciudades.
El debate sobre el clima se centra en la energía y la actividad industrial como emisores clave de gases efecto invernadero. Sin embargo, el sector del transporte debe ser incluido en cualquier política efectiva en respuesta al cambio climático. Se debe a que es responsable de un cuarto de las emisiones mundiales de gases invernadero relacionadas con la energía. Sus emisiones aumentan un ritmo más rápido que otros sectores. Por eso es clave para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2ºC.
Además, el transporte sostenible debe ser visto e integrado como un ingrediente esencial en las estrategias de desarrollo sostenible. La infraestructura de transporte puede durar décadas. Esto significa que las decisiones tomadas hoy tendrán un impacto a largo plazo en el desarrollo urbano y el clima.
Ejemplos de movilidad urbana sostenible
La bicicleta
La bicicleta, como el mejor ejemplo de movilidad urbana sostenible, es el vehículo del futuro. Alrededor de 2.500 millones de personas en todo el mundo la usan para sus trayectos diarios. Muchas ciudades se unen a la cultura «bike friendly», y es que sus ventajas no son pocas. Para las personas, mejora la calidad de vida y aumenta su actividad física. Para la ciudad, reduce la contaminación y disminuye el ruido y los problemas de tráfico.
En Bogotá ya hay más de 350 kilómetros de vías exclusivas para ciclistas, siendo la red más grande en Latinoamérica. En Ámsterdam la vasta red Fietspad tiene más de 400 kilómetros de uso exclusivo a bicicletas.
Bike sharing
Muchas ciudades han ido un paso más allá en el fomento del uso de la bicicleta. Han empezado a instalar sistemas que permiten su uso a personas que no tienen una. Estos sistemas se llaman «bike sharing» y permiten el uso compartido de las bicicletas por un periodo de tiempo.
Copenhague es una de las ciudades que ha implementado este ejemplo de movilidad urbana sostenible. En su sistema, las bicicletas cuentan con una Tablet que incluye el servicio llamado Go Bike. Con él tienen GPS, información de rutas y horarios de los sistemas de transporte de la ciudad.
En España, ciudades como Vitoria, Barcelona y Sevilla son buenos ejemplos de implantación de estos sistemas de fomento de la bicicleta.
Bicicletas inteligentes
Unos estudiantes del MIT se inspiraron en el caso de Copenhague para crear una bicicleta inteligente, «The Copenhagen Wheel». Mientras el usuario pedalea, esta bicicleta recoge información sobre el ruido, la temperatura ambiente, la humedad… Se puede consultar toda esta información a través de una app o de las redes sociales del proyecto. Es muy útil para planear rutas o informarse sobre las variables ambientales de la ciudad.
Intersecciones seguras
Pero estas implementaciones se pueden ver frenadas si los usuarios no se ven seguros al usar su bicicleta. Por eso en grandes ciudades están trabajando ya en su planificación urbanística para mejorar su seguridad. En Portland, Estados Unidos, Nick Falbo ha diseñado un proyecto que pretende crear intersecciones seguras. El proyecto incluye esquinas en forma de isla, pasos de cebra exclusivos, barras de stop y señales de semáforo para ciclistas.
Car sharing
Este es un servicio que permite alquiler un coche por un tiempo determinado, lo que ayude a reducir el número de vehículos particulares y el tráfico.
París cuenta con un gran ejemplo de movilidad urbana sostenible en esta categoría: Autolib. Tiene estaciones de aparcamiento y carga, y centros de información y alquiler. En ellos, se puede alquilar uno de los 2.000 coches eléctricos disponibles.
Estos sistemas de coches eléctricos compartidos presentan varias ventajas. En el ámbito ambiental, reducen la contaminación de las ciudades y las emisiones de gases. En el ámbito social, los ciudadanos pueden optar por compartir el vehículo con familiares, vecinos o amigos y realizar el viaje en compañía.
Por otro lado, aparece el «car pooling», que consiste en ofrecer una plaza en tu vehículo privado a otros individuos. Es una cultura global que permite reducir el consumo de gasolina, con su consecuente ahorro de dinero. También ahorra tiempo y se crea un sistema de transporte colaborativo, fluido y asequible.
Peajes urbanos
Consiste en cobrar una tarifa a los vehículos particulares para poder transitar por las vías urbanas en determinados horarios. Así, se motivan a usar el transporte público o a compartir el vehículo.
En Singapur ya han implementado esta medida de movilidad urbana sostenible. Cuentan con un sistema llamado Electronic Road Pricing System. Son una serie de peajes wireless distribuidos por las vías más transitadas. Funcionan todo el día y cobran una tarifa dependiendo del momento del día en el que se transite.
Sistemas inteligentes de movilidad
Los sistemas inteligentes de movilidad utilizan datos proporcionados por sensores y cámaras repartidos en la ciudad para dar información en tiempo real a conductores y peatones sobre el tráfico. Se pretende crear una movilidad más fluida utilizando la tecnología M2M (machine to machine).
Estos sistemas también pueden ser muy útiles para los estudios sobre movilidad. Se debe a que permiten determinan en qué horario se producen los atascos y cuál es la principal razón de los accidentes.
En Río de Janeiro tienen un Centro de Operaciones donde los trabajadores reciben esa información que hemos comentado. Las cámaras y dispositivos están ubicados en más de 215 puntos estratégicos. Accediendo a la web de oficial pueden ver las cámaras que deseen y recibir boletines informativos sobre la movilidad.
En Tennesse, el sistema Smart Way tiene 1.221 sensores que recogen la velocidad y tiempos de viaje, y 425 cámaras.
Estos sistemas se ven complementados con herramientas como Waze o Google Maps. Aquí los usuarios pueden intercambiar información vial para optimizar su tiempo en los desplazamientos.
Sistemas inteligentes de estacionamiento
En los núcleos urbanos, muchos atascos se ocasionan por conductores que buscan estacionamiento. En Londres, para resolver este problema, instalaron el proyecto Smart Parking. Cuenta con unos 3.000 sensores en algunas de las vías de Westminster que indican a los conductores, vía app, dónde hay espacios para aparcar. Este sistema ayuda a agilizar el estacionamiento y así reducir el tráfico de la zona.
Todas estas medidas son muy buenos ejemplos de movilidad urbana sostenible. Adoptándolas, las ciudades podrán contribuir a su desarrollo sostenible y estarás más cerca de las ciudades del futuro.
Fuente: http://www.youngmarketing.co/8-lecciones-de-movilidad-para-las-ciudades-del-futuro/