Ya antes de iniciar 2018, el informe Competitividad Global 2017-2018 del Foro Económico Mundial reveló que España ha perdido dos puestos en el ránking mundial de competitividad por el empleo, la innovación y el entorno macroeconómico. Nuestro país figura entre los que peor maneja su capital humano de toda Europa. El desempleo, la falta de puestos para perfiles cualificados y el escaso apego de los jóvenes a la Formación Profesional son algunas de las principales causas.

Dicho esto, este informe también puede ser un recordatorio para la comunidad eco-emprendedora, porque en cada crisis, en cada carencia de nuestra economía, como sabemos, hay oportunidades. Aquí destacamos 5 áreas que te invitamos a explorar con visión emprendedora, social y sostenible 🙂

  1. La crisis de pensiones
    El sistema estatal de pensiones es uno de los elementos fundamentales del modelo de bienestar social europeo. No obstante, la mayoría de los países del Viejo Continente no han ahorrado lo suficiente como para pagar estas prestaciones. Esto aqueja a grandes segmentos de la población, ricos y pobres, ante su envejecimiento. Las opciones de ahorro o de inversión diversificada a largo plazo son vías para que podamos tener una vejez de mayor calidad. Estos mercados tienen problemas de información y un emprendedor puede ayudar a los ahorradores a comprender la mezcla correcta de opciones de ahorro, inversión y los escenarios de riesgo.
  2. Sectores energéticos
    Necesitamos ser más eficientes, desde la generación eléctrica con energías limpias hasta los servicios a hogares y empresas para hacer un consumo más racional. La liberalización de mercados energéticos, desde el gas de uso doméstico y las gasolinas, son oportunidades para quienes se atrevan a profundizar en la mejora del sector energético español.
  3. Educación en ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas.
    Esta es una gran carencia que frena el crecimiento. Se necesitan emprendedores del sector educativo que se muevan hacia estos campos de conocimiento y otorguen herramientas de análisis cuantitativos a sus estudiantes.
  4. Enseñanza de habilidades blandas.
    Si logramos que más personas hablen otros idiomas, por ejemplo, tendremos un aumento en productividad y crecimiento económico. Un emprendimiento educativo con métodos probados para la enseñanza de soft skills o habilidades blandas, que enseñe a la gente a pensar por sí misma, a aprender durante toda la vida y a enfrentar la adversidad adecuadamente, puede hacer mucho bien a la sociedad, y también ser rentable.
  5. La precariedad laboral. Esto limita el crecimiento profesional de las personas y la productividad de las empresas. Los negocios de consultoría que ayuden a las pymes a encontrar planes de crecimiento razonables, cumpliendo con las leyes laborales y fiscales, y aprovechando las ventajas normativas, tendrán éxito.

Fuente: https://www.entrepreneur.com

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